Conocer cómo funcionan los electrodomésticos y usarlos de manera eficiente puede marcar una gran diferencia para tu economía y el medio ambiente.
A continuación, te compartimos algunas recomendaciones generales para utilizar cada uno de los artefactos más populares de forma consciente:
Aire acondicionado
El aire acondicionado es un electrodoméstico versátil que puede utilizarse tanto en modo frío durante el verano como en modo calor en invierno.
- Modo frío (verano): Se recomienda ajustar la temperatura a 24 °C para mantener confort y reducir el consumo. Alternar con un ventilador ayuda a distribuir mejor el aire sin aumentar el gasto energético. Configuraciones por debajo de esa temperatura incrementan considerablemente el consumo.
- Modo calor (invierno): Lo ideal es mantener la temperatura entre 19 °C y 20 °C. Cada grado adicional por encima de este rango puede aumentar el consumo entre un 7% y un 9%.
- Encendido y apagado: Evitar prender y apagar el aire acondicionado de forma repetida, porque esto genera picos de consumo debido al accionar del compresor.
- Mantenimiento: Limpiar los filtros al menos una vez al año y realizar revisiones periódicas puede reducir el consumo hasta un 15%, asegurando un rendimiento óptimo.
Ventilador
El ventilador es uno de los electrodomésticos más eficientes para refrescar el ambiente, ya que consume mucha menos energía que un aire acondicionado. Sin embargo, su uso correcto también puede marcar una diferencia.
- Orientar el ventilador hacia las personas, no hacia las paredes o el techo. El artefacto no enfría el aire, sino que genera sensación de frescura al moverlo.
- A diferencia del aire acondicionado, no tiene efecto acumulativo. Si no hay nadie en el ambiente, conviene apagarlo.
- Mantener las aspas limpias evita que se acumule polvo, mejora el rendimiento y prolonga su vida útil.
- Alternar el uso del aire acondicionado con un ventilador ayuda a distribuir mejor el aire, sin aumentar el gasto energético.
Heladera
La heladera es uno de los electrodomésticos que más energía consume en el hogar, ya que funciona de manera continua. Sin embargo, algunos hábitos simples pueden ayudar mucho:
- Evitar mantener la puerta abierta más tiempo del necesario. Cada vez que se abre, se pierde frío y el motor debe trabajar más para recuperar la temperatura, aumentando el consumo.
- Colocarla lejos de fuentes de calor como hornos o la luz directa del sol. Esto evita que el motor se esfuerce de más.
- La temperatura interna recomendada es entre 4 °C y 6 °C en la heladera, y –18 °C en el freezer. Ajustar por debajo de esos valores no mejora la conservación y sí incrementa el consumo.
- Si forma escarcha, conviene descongelarla periódicamente. Una capa de hielo de solo 3 mm puede aumentar el consumo hasta un 30%.
- Evitar sobrecargarla para que el aire frío circule libremente. Además, si forma escarcha, conviene descongelarla periódicamente.
Caloventor
Está presente en muchos hogares por su precio y accesibilidad dentro del mercado. Sin embargo, es uno de los artefactos de calefacción de mayor consumo. Un caloventor estándar consume aproximadamente 2 kWh por hora de uso.
- Es ideal para espacios pequeños y cerrados.
- Se recomienda su uso sólo por muy cortos períodos de tiempo.
Estufa de cuarzo
Este popular electrodoméstico genera calor rápidamente mediante resistencias visibles (“velas”). Un modelo típico de 2 velas consume aproximadamente 1,20 kWh por hora de uso.
- Aunque consume aproximadamente la mitad que un caloventor, siguen existiendo opciones más eficientes.
- También son para espacios pequeños y es importante apagarlas cuando no se utilizan.
Radiador eléctrico
Es un dispositivo que funciona mediante la circulación de aceite térmico que se calienta con resistencias internas. Un modelo estándar consume alrededor de 0,96 kWh por hora de uso. Brinda calor constante y suele ser silencioso.
Panel calefactor
Generalmente es la opción más sustentable y eficiente. Su consumo aproximado es de 0,60 kWh por hora de uso. No requiere obras ni instalaciones complejas.
Termotanque eléctrico
Aunque su uso no es para calefacción, se incluye en este grupo por su capacidad para calentar y debido a que suele configurarse en sus mayores potencias durante el invierno. Un uso eficiente puede ayudar a reducir mucho su consumo.
- Mantenerlo encendido todo el día implica un consumo silencioso, que habitualmente no se tiene en cuenta. Se recomienda enchufarlo únicamente cuando se va a utilizar.
- En algunos casos, la utilización de tomacorrientes inteligentes o temporizadores puede eficientizar su uso.
Otros consejos de alto impacto:
Además del uso responsable de los electrodomésticos, hay hábitos que pueden ayudar a conservar la temperatura y obtener los mismos resultados consumiendo menos energía.
Aislar los ambientes
Es importante cerrar las puertas y ventanas para evitar que se pierda el frío o el calor generado. La utilización de burletes suele mejorar la aislación térmica. Es importante recordar que, si se utiliza artefactos a gas, es fundamental contar con una correcta ventilación de los ambientes para prevenir la intoxicación por monóxido de carbono.
Aprovechar la luz solar
Cuando se quiere ventilar los ambientes durante el invierno, es mejor hacerlo al mediodía, porque la temperatura exterior es más benigna y se puede aprovechar la luz solar.
Acondicionar sólo el ambiente en uso
Es conveniente evitar enfriar o calefaccionar toda la casa, y priorizar únicamente los ambientes que se encuentran en uso.